Crear contraseñas seguras puede parecer una tarea desalentadora, especialmente cuando la recomendación es tener una contraseña única para cada sitio que se visita. Cualquiera se sentiría abrumado si tuviera que crear y memorizar múltiples contraseñas como "Pt4e-69V-R13^tZ".
Como resultado, es posible que utilices una contraseña idéntica aunque sepas que es insegura y que si se ve comprometida, toda tu información web quedará expuesta. O bien utilizas varias contraseñas, pero todas son palabras cortas y sencillas o incluyen números relacionados con tu vida, pero siguen siendo demasiado fáciles de adivinar.
De igual manera, si has creado contraseñas difíciles de recordar (probablemente porque tu empresa o un sitio web te obligaron a ello), es probable que tengas una lista de las contraseñas junto a tu ordenador, aunque sepas que esto también compromete tu seguridad si otros utilizan tu ordenador.
Las contraseñas que no puedes recordar no sirven para nada. Pero las contraseñas que son demasiado fáciles de recordar pueden ser fáciles de adivinar o de averiguar con un ataque de fuerza bruta.
¿Qué hace que una contraseña sea segura?
Los aspectos clave de una contraseña fuerte son la longitud (cuanto más larga, mejor); una mezcla de letras (mayúsculas y minúsculas), números y símbolos, que no esté vinculada a su información personal y que no contenga palabras del diccionario. La buena noticia es que no tienes que memorizar horribles cadenas de letras, números y símbolos al azar para incorporar todos estos aspectos a tus contraseñas. Simplemente necesitas unos cuantos trucos.
Cómo detectar fácilmente una contraseña débil
El secreto es hacer que las contraseñas sean memorizables pero difíciles de adivinar. Aprender unos cuantos trucos sencillos hará que crear contraseñas fuertes y memorables sea fácil.
Para entender la definición de una contraseña segura, lo mejor es repasar las prácticas comunes que ponen en riesgo a millones de usuarios a diario. Veamos algunos ejemplos de contraseñas débiles para entender por qué éstas te ponen en riesgo.
Utiliza palabras comunes, como "Contraseña"
La palabra "Contraseña" es la contraseña más utilizada. También es excesivamente débil, al igual que "por defecto" y "en blanco". Son palabras sencillas que pueden ser fácilmente adivinadas por un usuario. Sin embargo, los humanos no son su única preocupación. Los programas que utilizan bases de datos automatizadas pueden realizar un asalto de diccionario en su sistema, identificando la contraseña fácilmente.
Es fácil de adivinar, si alguien te conoce bien
Un ejemplo común es utilizar una combinación de apellido + año de nacimiento. "Perez1960", aunque este ejemplo utiliza 9 caracteres e incluye letras y números, incluye tanto un nombre que puede asociarse a ti o a tu familia, como otros datos identificativos como tu año de nacimiento, lo que significa que puede ser fácilmente hackeado.
Es corta y se puede descifrar fácilmente
Digamos que utilizas "F1avoR" como contraseña, mezclando mayúsculas y números. Aquí tenemos dos razones importantes por las que este ejemplo de contraseña no es seguro:
- Es demasiado corta. Una contraseña larga es una contraseña fuerte. Cuanto más tenga que trabajar un hacker o una aplicación de software que rompa el código, mejor.
- El número de sustituciones puede ser fácilmente adivinado. Sustituir la letra l por el número 1 es fácil de adivinar tanto para los humanos como para el software.
Cómo mantener una contraseña segura
Así que has elegido una contraseña con la longitud perfecta, que mezcla letras, números y mayúsculas. Estás en el buen camino, pero no para alcanzar la seguridad total de la contraseña.
- No reutilices tus contraseñas. Si utilizas la misma contraseña en el correo electrónico, en las compras y en otros sitios web que contienen datos personales sensibles (o incluso en un sitio web de la comunidad local) y uno de ellos sufre una brecha, has expuesto a los demás servicios al riesgo de ser vulnerados también.
- No escribas tus contraseñas. Puede ser tentador, especialmente en el lugar de trabajo, llevar la cuenta de las contraseñas a la antigua usanza, pero éstas se descubren fácilmente.
- Utiliza un gestor de contraseñas. Existen actualmente, muchas aplicaciones que almacenan sus contraseñas de forma segura.
- No comparta sus contraseñas. Esta es una obviedad, y si tiene que compartirla, cámbiela lo antes posible.
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